Nueva constitución de Hungría
reconoce sus raíces cristianas, es pro-vida y pro-familia
El gobierno
húngaro ha renovado su vieja Constitución vigente desde 1949. El ejecutivo de
Viktor Orban, con el voto de dos tercios
del Parlamento de Budapest, sacó adelante un texto que ha sacado de sus
casillas no sólo a la izquierda, sino a los progres de toda Europa, pero que
según las encuestas apoya una gran mayoría de la población.
El texto legal
no deja resquicio alguno al aborto, al disponer que “La vida del feto
deberá ser protegida desde el momento de la concepción.
”. La nueva
constitución considera a la familia como «la garantía de la supervivencia
de la nación» y entiende al matrimonio como siempre ha sido entendido: «una
comunidad de vida basada en la decisión voluntaria de un hombre y una mujer». La
palabra “género” no es mencionada, sino que simplemente se habla de sexo.
La nueva
Constitución arranca con el siguiente texto:
Dios salve a Hungría:
Nosotros, el pueblo de Hungría, conscientes de nuestra
responsabilidad, decimos lo siguiente a todos los húngaros, en este principio
de milenio:
- Estamos orgullosos de que nuestro rey Esteban, santo
patrón de Hungría durante mil años, haya
fundado sobre buenos cimientos nuestra patria, incorporándola a la Europa cristiana.
- Estamos orgullosos de nuestros antepasados, que
perseveraron en ella y lucharon por la libertad y la independencia de nuestra
patria.
- Estamos orgullosos de los grandes logros
espirituales del pueblo húngaro.
- Estamos orgullosos de que nuestro pueblo haya
defendido Europa durante mil años, y que sus valores comunes se hayan enriquecido
con sus talentos y sus esfuerzos.
Reconocemos el papel del cristianismo en la
pervivencia de la nación.
Además, el
himno empezará con la frase “¡Oh, mi Dios, que Hungría Te bendiga con
abundancia y buen humor!”.
La nueva
constitución ha sido aprobada por 262 votos a favor, 44 en contra-
principalmente diputados del partido de extrema derecha. Movimiento por una
Hungría Mejor (Jobbik)- y una abstención, mientras que los dos principales
partidos de la oposición, el Partido Socialista Húngaro (MSZP) y los verdes de La
Política puede ser Diferente (LMP), han preferido ausentarse de la
votación como forma de protesta”.
El líder
socialista húngaro Attila Mesterházy, ha protestado por encomendar la nación
"a Dios, a la Corona de Hungría, al orgullo patrio, a la
cristiandad y a la familia tradicional”.
Hungría ocupa actualmente la Presidencia semestral
de la Unión Europea (UE) y es uno de los países ex comunistas que
ingresaron a la UE en la polémica macro ampliación de 2004. Por
ello, la nueva constitución de Hungría tiene una gran resonancia simbólica.
El preámbulo de la nueva constitución húngara contrasta con una UE que ha
hecho del laicismo su nueva religión.
«No tenemos miedo a las críticas, vengan de la Europa del Oeste
o de más allá», ha dicho el «premier» húngaro.
Los promotores de la homosexualidad están furiosos,
pues según la nueva constitución Hungría se obligará a «proteger la
institución del matrimonio como una comunidad de vida basada en la decisión
voluntaria de un hombre y una mujer», y considera a la familia como «la
garantía de la supervivencia de la nación.
Además a esto se le une que prohíbe las
discriminaciones «por nacimiento, raza, color, sexo, discapacidad,
idioma, opiniones políticas o de otro tipo, origen nacional o social,
religión o propiedad de activos». Tampoco han gustado a los lobbys
anti cristianos que la mención sea al hecho biológico —el sexo— y no a la
«identidad de género.
«La vida del feto deberá ser protegida desde el
momento de la concepción». Parece que los húngaros no quieren dejar muchos
resquicios y que cuando se quieren hacer las cosas bien se hacen.
En conclusión: respeto a la vida, defensa a la
familia basada en la unión entre un hombre y una mujer, prohibición de
discriminaciones, nada de ideología de género y un himno que comienza con la
frase “¡Oh, mi Dios, que Hungría Te bendiga con abundancia y buen humor!”.
Después de la constitución, campaña próvida:
Tras la aprobación de la nueva constitución de
Hungría, se están dando los pasos necesarios para cambiar la mentalidad y las
leyes del país.
La nueva constitución abre la puerta para que se
inicien los trámites para derogar o limitar la ley de aborto vigente. Pero
sin esperar a ello, el gobierno de Viktor Orban, ha lanzado una campaña
institucional para reducir el número de abortos. Contando con fondos de la
Unión Europea –lo cual ha escandalizado a Bruselas- se hará una
campaña institucional con anuncios que muestran a un feto y dice: Entiendo que no estés preparado para
tenerme, pero podrías darme en adopción, ¡DÉJAME VIVIR!”
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