ISAÍAS
9:6 NO ES LA EXCUSA PARA CELEBRAR UNA
FIESTA PAGANA
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y
el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero,
Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz (Isaías 9:6)
Esta es
verdaderamente una de las profecías más asombrosas jamás dadas. Sin duda, en
referencia al nacimiento del Mesías prometido a la humanidad (Emanuel: Dios con
nosotros).
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: La virgen
concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel. (Isaías 7:14)
El niño
que nace es Yeshúa que vino a este mundo, como todo ser humano lo hace
(simiente de la mujer)
“Hijo nos
es dado” esto más que hacer referencia a la condición de hijo, manifiesta el
verdadero amor del Eterno Padre y su cobertura de PATERNIDAD (Juan 3:16).
Emanuel es el
nombre terrenal elegido por Yahvéh para su Hijo y retrata el carácter del
hombre como don (doma), siervo obediente que manifiesta la verdadera intención
del Padre Eterno, que quiere siempre estar en todo momento en plena comunión
con sus hijos, aún en lo menores detalle: “Dios con nosotros” o “Dios está
entre nosotros”.
Me animo a
personalizar esta interpretación:
“DIOS YAHVÉH EL ETERNO Y MARAVILLOSO CREADOR,
ESTÁ CON MIGO EN TODOS MIS ASUNTOS, AÚN EN LOS MÁS MÍNIMOS DETALLES, ESOS QUE
HASTA YO NO VALORO, PORQUE ME AMA CON AMOR ETERNO Y ME CUBRE CON SU AMOR
PATERNAL”
Ahora, Isaías
describe los nombres divinos que sólo pueden ser verdaderos de Yahvéh.
ADMIRABLE, CONSEJERO, DIOS FUERTE, PADRE ETERNO, PRÍNCIPE DE PAZ. Se presenta
la persona del Mesías como EL HOMBRE EN AUTORIDAD, como descendiente de David, como
el único Dios que interviene en la historia de los hombres, personal y
amorosamente, sin dejar nunca su condición divina.
PORQUE UN NIÑO NOS ES NACIDO:
El propósito de la
venida de Cristo fue en
beneficio de todos aquellos que lo aceptamos como Señor y Salvador. Isaías vio la
oscuridad y la tristeza de la nación, y vio también el Hijo que nacería para
eliminar esa oscuridad, e iluminar al mundo, y lo que él vio, hoy nosotros, lo
vivimos. Esto es la verdadera experiencia mesiánica.
HIJO NOS ES DADO:
Desde
la eternidad se manifiesta el verdadero diseño mesiánico, un Padre dando a su
Hijo como respuesta a todo conflicto, el que era en el principio, también pone
punto final a una vida de pecado. Yeshúa el Hijo del Padre Eterno, Dios Padre
mismo hecho hombre y Él eternamente
Hijo.
El Mesías que ha sido
dado o enviado, el regalo de Dios, como se señala en Hechos 4:12; Juan 3:16;
Efesios 1:22; Juan 17:4. Esto marca, como dije el verdadero diseño de la única
paternidad posible, la paternidad de YAHVÉH
El Mesías es
preeminentemente el verdadero regalo de
Dios Padre para nosotros. El hombre como ser natural, no tenía ningún derecho
sobre Él, Dios se dio voluntariamente en
el Hijo como sacrificio por los pecados del mundo.
Y EL PRINCIPADO SOBRE SU HOMBRO:
Jesús
reinará como Rey de reyes y Señor de señores y el gobierno del mundo entero
estará sobre sus hombros. Esto es la consumación evidente y tangible de la
verdadera condición de todo hijo de Yahvéh, soportando un peso totalmente
posible, plena autoridad sobre todo lo creado, condición única y exclusiva para
UN HIJO EN TOTAL OBEDIENCIA AL PADRE Y BAJO COBERTURA PATERNAL
Y SE LLAMARÁ ADMIRABLE, CONSEJERO:
Yeshúa es
nuestro “Maravilloso Consejero”, nuestro Ejemplo perfecto y el Maestro
infalible. Él muestra y nos dice qué pensar y cómo vivir, y Él nunca se
equivoca, porque en Él “están escondidos todos los tesoros de la sabiduría
y del conocimiento” (Colosenses
2:3). El
testimonio, incluso de sus enemigos, fue que “¡jamás hombre alguno ha hablado como este
hombre!” (Juan 7:46). Esto deja ver que maravilloso
legado tenemos además, por la presencia del Espíritu Santo en nosotros (Juan
16:13). Todo hijo que se sujeta a la paternidad, tiene sobre sí el poder y la
autoridad, por eso puede aconsejar, porque no habla por sí solo, sino todo lo
que del padre sabe y admirable por su consejo, pero ante todo por su obediencia y
sujeción. (Juan 12:50)
Y SE LLAMARÁ SU NOMBRE… DIOS FUERTE:
La
pregunta que pueda surgir es cómo el Hijo.” En realidad, también podría ser “El
Padre Eterno”??? En realidad esta frase
podría también ser traducida como “PADRE DE LA ETERNIDAD”, que nos recuerda que
el Hijo eterno fue el Creador del tiempo, así como del espacio y la materia y
de hecho, de todas
las cosas (Juan 1:3; Colosenses 1:16). En el insondable, y sin embargo glorioso
misterio de la verdadera UNIDAD, el Señor Yeshúa señaló también al respecto “YO Y EL PADRE UNO SOMOS” (Juan
10:30). Él es Dios Todopoderoso “porque en Él habita corporalmente toda la plenitud
de la Deidad.” (Colosenses
2:9).
Y SE LLAMARÁ SU NOMBRE… PADRE ETERNO:
Destacando
su deidad absoluta y eterna, así como su omnipotencia y la unión del Padre y
del Hijo en la UNIDAD PERFECTA, esto evidencia claramente que la paternidad es también la continuidad de la
verdadera VIDA ETERNA a través de las generaciones.
Y SE LLAMARÁ SU NOMBRE… PRÍNCIPE DE PAZ:
Lo
que indica que Él es el primero y único líder que traería verdadera paz (Juan
14:27). Él es el gran Pacificador (Mateo 5:9), “haciendo
la paz mediante la sangre en la cruz”.
(Colosenses 1:20). Yeshúa trae la verdadera paz
de la mente a los hombres, porque Yeshúa “guardará
en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Él persevera; porque en Él ha confiado” (Isaías 26:3).
Y cuando Él
regrese, Él traerá la paz al mundo como “Príncipe de Paz”, porque la paz va a
caracterizar su reinado sobre la tierra.
Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de
David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia
desde ahora y para siempre. El celo de Yahvéh de los ejércitos hará esto. (Isaías 9:7).
Luego
de toda esta enseñanza profética será factible que se siga usando este texto,
para anunciarlo en “navidad”.
Recuerden
que un versículo tiene revelación, pero no es “TODA LA REVELACIÓN”. Porque
todos sabemos ese viejo dicho un “TEXTO FUERA DE CONTEXTO, SE USA COMO PRETEXTO”.
Sean
Bendecidos
Profeta
Tony Gonzalez
muy claro profeta!Gracias por esta enseñanza. Bendecido!
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