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lunes, 13 de marzo de 2017

SHABAT (LIBRADO DE HACER MI VOLUNTAD)


SHABAT
LIBRADO DE HACER MI VOLUNTAD
(Joseph Gonzalez)



ISAÍAS 58:13
13. Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado
Llamares delicias, santo, glorioso de Yahvéh; y lo venerares, no haciendo tus caminos
Ni buscando tu voluntad, ni hablando tus palabras:
14. Entonces te deleitarás en Yahvéh; y yo te haré subir sobre las
alturas de la tierra, Y te daré a comer de la heredad de Jacob tu padre;
porque  la boca de Yahvéh lo ha Hablado hoy

De tapa a tapa la Escritura habla entre muchas cosas de una lucha, que es parte de una guerra ya ganada por Yeshúa Ha Mashiaj. Es inminente que toda existencia tendrá que reconocer esa victoria única y eterna.
Desde esta verdad absoluta, como hijo del Eterno, habitando en Cristo, descubro  que la batalla de posesión final, la debo librar yo mismo, porque dicha posesión es mi vida íntegra, tal cual lo dice el apóstol Pablo:
Romanos 7:23

Más veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi espíritu, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 

Veo acá, que hacer mi voluntad es dejar que la ley física se imponga sobre el espíritu y por ello vivir cautivo de ese amo perverso y destructivo, cuya paga al final de todo es mi muerte.
Y tal cual lo dijo el apóstol Pablo: Miserable de mí, quién me librará del cuerpo de esta muerte (Rom. 7:24) Claro que yo también doy gracias por Yeshúa Ha Mashiaj, porque solo en Él descubrí el verdadero Reposo.
Porque solo en el que no estimó se igual al Eterno, sino que se humillo y tomó forma de siervo y como hijo de hombre fue obediente hasta la muerte, descubro que el poder maravilloso del Shabat es la verdadera salvación.
En Shabat no soy salvo del “infierno y sus llamas abrazadoras”, en este días y solo en él soy salvo de “hacer mi voluntad”.
Mateo 26:39

Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando, y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí este vaso; empero no como yo quiero, sino como tú. 

Solo estando en aquel que pudiendo hacer lo que quiso, sin embargo accedió a renunciar voluntariamente a su querer, viendo que lo que venía era mucho mejor, de tal manera que tuvo gozo por lo que tenía por delante (Heb. 12:2), estoy seguro que si dejo de hacer mi voluntad, en cada shabat, recibo un galardón eterno e inmarcesible.
Por eso estoy plenamente seguro que el shabat me hace ganar la batalla por la conquista de mi ser esencial, porque cada viernes al atardecer decido no hacer mi voluntad por 25 horas.
Ahora comprendo mejor lo que Pablo afirma en Romanos 12:2, desde la vivencia plena de cada día de reposo, puedo comprobar en los demás día: lo bueno, lo agradable y lo perfecto de la voluntad de Yahvéh a través de Yeshúa, quien es mi verdadero reposo.
Conforme a la palabra del profeta Isaías, las alturas de la tierra, comienzan cuando mi voluntad se acaba, solo por eso soy participante de la herencia de mi padre Jacob, porque digo amén a lo que la boca de Yahvéh habla.
En conclusión he descubierto que yo no vivo shabat porque estoy obligado, sino que lo hago porque pudiendo hacer mi voluntad, decido hacer la del Eterno por medio de Yeshúa mi Mesías.
Sean bendecidos.
ORACIÓN
Abba Papi, te doy gracias porque en Yeshúa soy más que vencedor.
Te doy gracias porque Él venció la muerte y el pecado y dese eso yo solo debo
Vencer la tentación, por eso en Cristo soy más que vencedor.
Te pido que cada semana al comenzar el día de reposo,
pueda yo tener las fortaleza de no hacer mi voluntad.
Padre amado gracias porque por ello yo puedo comprobar lo bueno, lo agradable y lo perfecto. Amén

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