SHABAT
LIBRADO DE HACER MI VOLUNTAD
(Joseph Gonzalez)
ISAÍAS
58:13
13. Si retrajeres del
sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado
Llamares delicias,
santo, glorioso de Yahvéh; y lo venerares, no haciendo tus caminos
Ni buscando tu
voluntad, ni hablando tus palabras:
14. Entonces te
deleitarás en Yahvéh; y yo te haré subir sobre las
alturas de la tierra,
Y te daré a comer de la heredad de Jacob tu padre;
porque la boca de Yahvéh lo ha Hablado hoy
De tapa a tapa la Escritura habla entre muchas
cosas de una lucha, que es parte de una guerra ya ganada por Yeshúa Ha Mashiaj.
Es inminente que toda existencia tendrá que reconocer esa victoria única y
eterna.
Desde esta verdad absoluta, como hijo del
Eterno, habitando en Cristo, descubro que la batalla de posesión final, la debo
librar yo mismo, porque dicha posesión es mi vida íntegra, tal cual lo dice el
apóstol Pablo:
Romanos
7:23
Más veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi espíritu, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
Veo acá, que hacer mi voluntad es dejar que la
ley física se imponga sobre el espíritu y por ello vivir cautivo de ese amo
perverso y destructivo, cuya paga al final de todo es mi muerte.
Y tal cual lo dijo el apóstol Pablo: Miserable
de mí, quién me librará del cuerpo de esta muerte (Rom. 7:24) Claro que yo
también doy gracias por Yeshúa Ha Mashiaj, porque solo en Él descubrí el
verdadero Reposo.
Porque solo en el que no estimó se igual al Eterno,
sino que se humillo y tomó forma de siervo y como hijo de hombre fue obediente
hasta la muerte, descubro que el poder maravilloso del Shabat es la verdadera
salvación.
En Shabat no soy salvo del “infierno y sus
llamas abrazadoras”, en este días y solo en él soy salvo de “hacer mi
voluntad”.
Mateo
26:39
Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando, y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí este vaso; empero no como yo quiero, sino como tú.
Solo estando en aquel que pudiendo hacer lo que
quiso, sin embargo accedió a renunciar voluntariamente a su querer, viendo que
lo que venía era mucho mejor, de tal manera que tuvo gozo por lo que tenía por
delante (Heb. 12:2), estoy seguro
que si dejo de hacer mi voluntad, en cada shabat, recibo un galardón eterno e
inmarcesible.
Por eso estoy plenamente seguro que el shabat me
hace ganar la batalla por la conquista de mi ser esencial, porque cada viernes
al atardecer decido no hacer mi voluntad por 25 horas.
Ahora comprendo mejor lo que Pablo afirma en
Romanos 12:2, desde la vivencia plena de cada día de reposo, puedo comprobar en
los demás día: lo bueno, lo agradable y lo perfecto de la voluntad de Yahvéh a
través de Yeshúa, quien es mi verdadero reposo.
Conforme a la palabra del profeta Isaías, las
alturas de la tierra, comienzan cuando mi voluntad se acaba, solo por eso soy
participante de la herencia de mi padre Jacob, porque digo amén a lo que la
boca de Yahvéh habla.
En conclusión he descubierto que yo no vivo
shabat porque estoy obligado, sino que lo hago porque pudiendo hacer mi
voluntad, decido hacer la del Eterno por medio de Yeshúa mi Mesías.
Sean bendecidos.
ORACIÓN
Abba
Papi, te doy gracias porque en Yeshúa soy más que vencedor.
Te
doy gracias porque Él venció la muerte y el pecado y dese eso yo solo debo
Vencer
la tentación, por eso en Cristo soy más que vencedor.
Te
pido que cada semana al comenzar el día de reposo,
pueda
yo tener las fortaleza de no hacer mi voluntad.
Padre amado gracias porque por ello yo puedo comprobar
lo bueno, lo agradable y lo perfecto. Amén
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