Analizando profundamente el punto sobre el Yetzer Hará -Inclinación al
mal-. La expresión hebrea "yetzer hará" ha sido objeto de
malentendidos que deforman el concepto original.
Debemos saber que desde el significado de la Torá: “YETZER” se deriva de YATZAR
palabra " que significa
"formar, moldear" algo a partir de su estado inicial.
Formado (Yatzar) siempre tiene connotación pasiva, no activa;
no significa "lo que forma", sino "lo formado", como lo
vemos en (Isaías 29:16 y 1º Crónicas 29:18).
Isa 29:16 ¡Qué perversidad la suya! ¿Acaso se
considerará al alfarero como el barro? ¿Acaso lo que se ha hecho dirá de quien
lo hizo: “Él no me hizo”? ¿Dirá lo que ha sido formado del que lo formó: “Él no
tiene entendimiento”?
1Cr. 29:18 Yahvéh, Elohim de Abraham, Isaac e Israel nuestros
padres, guarda para siempre las inclinaciones de
los pensamientos en los corazones de tu pueblo; dirige sus corazones a ti;
(BVK)
Yatsár: Mediante la idea de embutir en molde, moldear en una forma específica
como lo hace el alfarero. Determinar, formar una resolución. Alfarero, barro,
crear, criar, dar, disponer, forjar, forma, formador, formar, hacedor, hacer,
idear, labrar, pensar.
Desde esto debemos comprender que está palabra, se refiere a las "formaciones" o creaciones
del pensamiento humano.
Yetzer (alfarero- formador) no da la idea, la imagen de lo que podemos alcanzar y
ciertamente nos incita, nos tienta a alcanzarla, pero debemos tomar plena conciencia, que somos nosotros quienes la
formamos. Si esta idea "yetzer" es algo bueno, entonces nos incita a
hacer el bien (Yetzer Tov) y también lo opuesto es decir el mal (Yetzer Hará).
La expresión "YETZER HARÁ"
no debe ser entendida como instinto, impulso o inclinación inevitable al mal, sino
que ésta designa en general a las representaciones o ideas del pensamiento
humano que influyen en su comportamiento, las cuales no son "malas"
en sí mismas, sino únicamente cuando se oponen a la Torá.
En español no poseemos una traducción adecuada para este concepto por lo
que la traduciremos como "INCLINACIÓN AL MAL", pero aclaro que no es correcto entenderla como "mala inclinación, como suele
traducirse.
La YETZER HARÁ (INCLINACIÓN AL MAL), nunca fue parte del hombre diseñado en
la mente del Eterno, esto lo podemos comprobar en la Escritura.
Gén 2:25
Y aunque Adán y
su mujer andaban desnudos, no se avergonzaban de andar así.
“no se avergonzaban" Pues no conocían la actitud del recato, para
distinguir entre lo bueno y lo malo. Y a pesar de que al ser humano ya se le
había dado entendimiento para poner nombres, podemos comprobar que todavía no
tenía en su interior la Inclinación al
Mal ["Yetzer Hará"].
Pues solamente hasta que Adán, comió del árbol no permitido, fue que entró
en él la Inclinación al mal y comprobó la diferencia entre lo bueno y lo malo.
¿POR QUÉ DIOS LO PERMITIÓ?
En el Edén el Eterno le ordena al hombre, no comer del
árbol de conocimiento del bien y del mal, desde acá surge algunas preguntas simples y sencillas, que se
hace todo el mundo y que nos hemos hecho todos alguna vez es:
- Si DIOS sabía que lo comerían
- ¿Por qué lo puso?
- ¿Qué sentido oculto encierra esta prohibición?
- ¿Acaso el Creador no quería que el hombre comiese de este Árbol para que no llegara a distinguir entre el Bien y el Mal?
- ¿Qué más valioso que esto?
- ¿Acaso no es precisamente esta capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo lo que diferencia al hombre de las bestias?
Veamos algunos detalles que nos ayudan entender mejor estos pasajes
difíciles, por ejemplo cuando nos acercamos al idioma original y nos
aproximamos a sus raíces, entendemos detalles que para la mayoría de los hombres
de hoy son ignorados veamos esto:
Gen 2:17 pero en cuanto al árbol del
conocimiento del bien y del mal, no debes comer de él; porque el día que comas
de él, positivamente morirás” (BVIN- Biblia Versión Israelita Nzarena)
En esta versión podemos encontrar, una mejor traducción y su forma de
expresión, en cuanto a la idea original de este verso, el cual dice positivamente
morirás, esta correcta expresión,
nos aclara mejor lo que los traductores con conceptos romanos entienden, podemos
comprender perfectamente su profundidad, que difícilmente la veremos así en
otra traducción.
Esta expresión bíblica que refiere al Árbol del Conocimiento del Bien y del
Mal (etz hadaat
tov verá), como el árbol, que otorga un conocimiento (daat), relacionado
al Bien (Tov) y al Mal (ra).
Para entender más amplia y claramente lo que el Eterno le encomendó ala
hombre no comer debemos comprender el significado fiel de cada palabara.
ETS (árbol) su raíz es atsá,
que implica sujetar algo firme, también cerrar los ojos. Es algo firme de aquí, madera, palos, arboleda, asta, cabo, enmaderado,
higuera, horca, ídolo, leña, leño, madero, manojo, árbol, palo.
Desde todos estos vocablos que definen árbol, ya podemos ir viendo lo que
el Eterno le advirtió a Adán.
La palabra conocimiento (daat) que proviene
de yadá y que en todos los casos en que aparece en la Biblia indica:
“Un conocimiento o entendimiento que viene por una unión,
apego y fusión”
Por ejemplo, en Gén. 4:1 se utiliza
“yadá”, para indicar que Adán conoció - a su mujer Eva y ella concibió y dio a
luz.
La palabra BIEN (TOV); bueno (adj.)
en sentido más amplio; usado igualmente como sustantivo, tanto en masc. como en
fem., sing. y plur. (Bueno, cosa buena, bien, hombre bueno, mujer buena; el
bien, cosas buenas, bienes, hombres o mujeres buenas), también como adv. (Bien):-abundancia,
acepto, acertado, agradable, agradar, alegrar, alegre, alegría, amigablemente,
benéfica, beneficio, benevolencia, benigno, bien, bienestar, bondad, bueno,
contento, cosa, dichoso, éxito, favor, feliz, fértil, fino, gozar, gozoso,
gusto, hermoso, humanamente, mejor, misericordioso, parecer, placer,
prosperidad, rebosar, suave, tesoro.
Mal (rah):; malo o (como sustantivo) mal: adversidad, aflicción,
agravio, apariencia, avaro, calamidad, calumnia, castigo, depravado, desastre,
desgracia, destructor, difícil, doloroso, duro, escoria, fastidiosa, feo,
feroz, impío, infortunio, inicuo, injusto, mal, maldad, malestar, malicia,
maligno, malo, malvado, molesto, parecer, pecado, penoso, perniciosa,
perversidad, perverso, quebrantamiento, sarna, terrible, triste.
Es decir, que cuando el hombre comió del fruto del árbol, lo hizo tal cual
como cuando se unía s a su mujer, que tal cual él mismo lo expresó: …se unirá a la mujer y serán una sola carne”
(Gn. 2:24)
Tal como se entiende desde estos significados en cuanto al árbol del
Paraíso, ya podemos aproximarnos mínimamente a su sentido, respecto a lo que el
hombre realizó cuando comió del fruto del Árbol que fusionaba y entremezclaba
al Bien y al Mal. Es decir una vez que el hombre come del mismo, entonces
"internaliza" a través de este acto la confusión y, desde ese
instante el Bien y el Mal no solo se confunden entre sí, sino que le hablan al hombre desde su
interior, en primera persona.
Desde ese instante el ser humano cree que la voz que le habla es su propia
voz, más en realidad, es el mal instinto que lo seduce desde lo más profundo de
su ser.
El hombre se fusionó, se hizo uno, con un
conocimiento prohibido e internalizó la idea de creer que podía saber el bien y
el mal. Sus ojos espirituales se cerraron, por ello perdió la capacidad de discernir,
lo cual viene solo por seguir al pie de la letra la Instrucción del Eterno. Por
este motivo en su interior se entremezcló lo bueno y lo malo.
La confusión se apoderó de su conciencia, no pudo
distinguir y comenzó a confundir lo bueno y lo malo desde su interior, escuchando
una voz que lo formó en él su inclinación al mal.
EL MAL SE TRASPASA A OTRA GENERACIÓN DESDE UNA IDEO O PENSAMIENTO
Sabemos que la humanidad luego de este hecho trágico, fue expulsada del
Edén, comenzó su peregrinaje por la tierra llevando en sí mismo, ese
conocimiento o inclinación al mal.
El hombre con muy buena intención, pero con mala instrucción comenzó a
reproducirse y traspasar ese Yetzer Hará, generación tras generación.
Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz
a Caín, y dijo: Por voluntad de DIOS he adquirido varón. Gén. 4:1(RV 1960)
Adán, antes de probar el fruto prohibido y provocar la confusión antes
detallada, discernías en su mundo cuatro aspectos diferentes: lo verdadero, lo falso, lo bueno y lo
malo. Y esto, todo el tiempo que el mal (ra) se encontraba afuera de su
persona.
Como es lógico, él se guiaba por lo correcto y se alejaba de lo falso, y su
camino era elegido de acuerdo con la verdad, pero al "acceder" al
conocimiento que el Eterno le indicó no probar, su vida ya no se rige por lo
verdadero y lo falso, o lo correcto o incorrecto; sino por lo bien y el mal, desde sus sentidos
extraviados.
El hombre que basa su vida en lo que le parece bueno o malo, conforme a lo
sensorial o sensual, es decir lo que la
agrada o le provoca rechazo, es un digno representante del hombre, en su estado
decadente posterior al pecado.
El Bien y Mal, entremezclados y confusos, desplazan y oscurecen a la Verdad
y la Mentira. Esto equivale según Judas 19 a hombres sin Espíritu (sin su
esencia conectada a la fuente creadora de vida “YAHVÉH”)
Todo este conocimiento fue heredado genéticamente a sus descendencias, una
prueba evidente de ello es Caín y sus hijos e hijas.
Entendamos que todo hombre que se guía por los sentidos, es una criatura que se opone en todo sentido al
Eterno y en tanto y en cuanto siga en ese estado su final de destrucción es
inminente, por más buenas intenciones que tenga.
Con esto quiero recordar algunos principios que he descubierto respecto a
lo espiritual:
·
No existe el VACÍO, siempre tenemos llenura de algo.
·
No existe el NO COMPROMISO, con algo o con alguien siempre
estamos comprometidos.
·
No existe la INACCIÓN, siempre pensamos, hablamos y actuamos
conforme y coherentemente a la llenura que tengamos y con quién o qué estemos
comprometidos.
·
No existen, ni
valen las BUENAS INTENCIONES, porque lo que tiene peso decisivo son la
declaraciones, que luego son impulsoras de acciones.
Porque
conforme a la creencia, serán movidos nuestros pensamientos y conforme a ello
se establecerá nuestra relación con el mundo espiritual.
Debemos saber que existen dos maneras de contactarnos con lo espiritual:
Debemos saber que existen dos maneras de contactarnos con lo espiritual:
1.
Siendo uno con
Yahveh en una relación de amor, siguiendo su Instrucción.
2.
Fusionados con la
ciencia del conocimiento del bien y del
mal en total confusión, es decir la tendencia al mal (yetzer hará)
Conforme a estos dos manera es como vivimos y nos relacionamos con el mundo externo.
LA VERDAD DESDE EL PRINCIPIO
Mar 10:5-6
5 Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza
de vuestro corazón, os escribió este mandamiento; 6
pero al principio de la creación, varón y mujer los hizo Dios.
Yeshúa Ha Mashiaj nos enseña siempre que en el principio de la creación está
la clave y la respuesta a todos los males de la humanidad.
En el principio había un hombre y una mujer con un objetivo y tarea divina
que cumplir “trabajar y cuidar el Gran Edén”, pero también, una criatura con un
objetivo: tentar al hombre a desviarse del camino correcto.
Esto me pone a examinar y mirar, que el hombre en ese momento no fue
tentado dese una tendencia interna, sino
externa, se le habló por fuera.
Esta criatura cumplió su propósito, de desviar al hombre, por ello desde
ese momento de caída, de nuestro interior somos tentados por ese saber y conocimiento torcido, es decir
por la tendencia al mal (yetzer hará). Ya desde ese momento sale del interior
Como lo dijo Yeshúa Ha Mashiaj
Mat 15:19
Porque del corazón salen los malos pensamientos, los
homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos
testimonios y las blasfemias. (VIN)
Por eso mis amados, al conocer esto con mayor profundidad, pues con mayor
entendimiento debemos valorar la obra del Padre a través del Hijo en nuestras
vidas.
Yeshúa Ha Mashiaj, el Hijo del Hombre, voluntariamente se entregó para ser
colgado en un madero, no para tomar nuestro lugar, como erróneamente hemos
aprendido desde los dogmas humanos, sino que él se hizo maldad, pecado, para
librarnos eternamente si es que decidimos creerle y aceptar enterar en ÉL.
Porque solo estando en el Mesías, es como extinguiremos definitivamente de
nuestro ser la TENDENCIA AL MAL (YETZER HARÁ), para ser verdaderamente libres.
Sean bendecidos.
Joseph
Gonzalez
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