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jueves, 2 de abril de 2015

El Significado Secreto de la Matzá (pan sin levadura)




Comer Matzá (pan sin levadura) es un acto de desafiar las leyes de la naturaleza, tiempo e historia.
¿Por qué es tan indispensable la Matzá (pan sin levadura) para la celebración de Pesaj? 
¿Por qué la Torá se refiere a Pesaj como Jag HaMatzot (panes sin levadura), "la fiesta de las Matzot"?
¿Por qué es ésta simple comida una base de la ideología y la experiencia de Israel?
¿Por qué la Matzá viene a simbolizar el símbolo de la libertad humana?

La Matzá tiene muchos aspectos. Es el "pan de la aflicción", el pan del hombre pobre, comido por esclavos. 
Pero por sobre todo nosotros tenemos que tomar definitivamente  es el pan de la LIBERACIÓN, LA LIBERTAD Y REDENCIÓN. Vamos a tratar de sondear sus múltiples significados.
El pan es fundamental en la vida, pero la Matzá es el pan más básico, el alimento más simple hecho por el hombre. La Matzá implica la fusión de los tres elementos más básicos que definen al hombre civilizado: grano, agua y fuego. Ningún elemento externo más allá de la harina y el agua permite definir o influenciar su forma. La Matzá está hecha de harina y agua fría -- nada más. Si se permitió dejar la mezcla de harina y agua por más de 18 minutos, el proceso de fermentación habrá comenzado a tener lugar. Bacterias de levadura, que se encuentran en el aire, invaden la masa, se multiplican por millones y causan fermentación. Los microorganismos de levadura son un ejército invasor no invitado, que se inmiscuye en la mezcla de harina y agua, sirviéndose una deliciosa comida de moléculas de azúcar.

Mientras que los microorganismos de levadura se multiplican por billones, ellos liberan gas dióxido de carbono que fermenta la masa, provocando que se eleve y se convierta en aireada y liviana.
La intervención de esta fuerza externa es una expresión simbólica de la intrusión de fuerzas externas sobre el hombre; fuerzas que desvían a la gente de sus caminos escogidos y las atraen al pecado, comprometiendo la independencia humana, la autonomía y la elección. Los microorganismos de levadura comienzan su trabajo independiente de la voluntad humana, independiente de la persona que combina la harina y el agua que constituye la mezcla de la masa. La fermentación, es decir, el jametz (levadura), representa estas fuerzas negativas. Representa la inclinación al mal, el impulso al pecado, la influencia de ideas extranjeras, placeres y fuerzas. Es la voz no invitada que nos lleva a ignorar la presencia y poder del mal, hasta que es demasiado tarde.

¿Cuál es la diferencia entre el jametz (levadura) y la matzá (pan sin levadura)?
Tiempo. Nada más. Los ingredientes son los mismos. Por definición, la masa hecha de harina y agua que se deja por más de 18 minutos antes de que esté completamente horneada se convierte en jametz.
La matzá al ser pan que no está fermentado, representa al hombre que controla sus pasiones -- ejercitando su independencia del materialismo, su voluntad disciplinada, y no influenciada por fuerzas externas. La matzá es lo contrario al jametz.

La fermentación demuestra la relación de causa y efecto en el mundo de la naturaleza.
Cuando somos testigos de la naturaleza trabajando -- aparentemente haciendo cosas por sí misma, sin ningún tipo de intervención exterior -- vemos como los procesos naturales tienen el efecto de ocultar la mano de Yahvéh.
Las matzot son horneadas rápidamente, en un esfuerzo por superar las influencias y limitaciones del tiempo.
Se hornea matzá plana y crujiente para recrear el Éxodo, cuando Israel huyó de Egipto a toda prisa, como la Torá dice: "Deberán comer matzot durante siete días..., porque ustedes salieron de Egipto con gran prisa".

Esta orden (mitzvá) nos enseña que el control de Yahvéh sobre la naturaleza y la historia está por encima y más allá de los obstáculos y las limitaciones del tiempo. Yahvéh no requiere de causa y efecto. Él no necesita tiempo para poder lograr su propósito eterno. En Pesaj, nosotros también debemos emular a Yahvéh y ser creativos espiritualmente apresurando el tiempo, actuando con entusiasmo y velocidad, viviendo la vida más allá del tiempo, en estricta y amorosa relación con Yahvéh, que está por encima del tiempo y es atemporal.
Respondemos a la voluntad de Yahvéh actuando en desafío con la naturaleza, rompiendo los límites impuestos por el tiempo y la naturaleza.
La salida precipitada de los hebreos de Egipto fue debido a la plaga de la muerte de los primogénitos egipcios, que convenció al Faraón que si no respondía a la presión de Yahvéh inmediatamente y sin demora, todo Egipto se enfrentaría al colapso inmediato y a la destrucción. Para que Egipto sobreviviera, Israel debía salir inmediatamente.

Y para que Israel sobreviviera, tendría que huir de inmediato.
Yahvéh forzó la mano del Faraón. Lo hizo para enseñar al Faraón y a toda la humanidad que detrás del curso normal de los acontecimientos, que pueden ser descritos como el funcionamiento de la causa y el efecto, la mano de Yahvéh obliga las fuerzas de la historia y la naturaleza para que se ajusten a su propósito.
Era necesario que toda la humanidad a lo largo de la historia tome conciencia del hecho de que el Éxodo fue el resultado directo de la voluntad y la intervención de Yahvéh.
¿Cuál era la prisa? ¿Por qué, después de 210 años de esclavitud, Yahvéh decidió presionar a los egipcios para expulsar a los hebreos con velocidad y fuerza?
Los hebreos habían alcanzado un alto grado de decadencia. A punto de entraran a una degradación determinante, se hacía  ya inminente que estaban llegado al punto sin retorno y hubieran estado más allá de toda redención posible.
Una vez que hubieran sucumbido a la infame inmoralidad, el materialismo, la decadencia y el paganismo de los egipcios, sus orígenes Abrahamicos se hubieran vuelto irreconocibles y se hubieran hundido en el pantano de la sociedad egipcia, desapareciendo para siempre.
Cada grado adicional de decadencia involucra una progresión geométrica, algo como la escala de Richter donde cada número es diez veces mayor que el número anterior.
En tanto Israel no alcanzó el máximo grado de impureza, sus orígenes Abrahamicos estaban todavía reconocibles, aunque manchados.
Durante sus 210 años de esclavitud, los "Israelitas, tuvieron a su favor, que no habían cambiado sus nombres, su cultura, su lenguaje o su vestimenta", claramente indicando que a pesar de las incesantes, presiones y las burlas, se mantuvieron hebreos en todos los sentidos.
Los nombres hebreos, según lo informado por la Escritura, demuestran que ellos habían adorado inalterablemente al Dios casi desconocido, pero sin dudas el verdadero y único, por eso se mantuvieron fieles a su patrimonio.
Pero después de 210 años se encontraban cerca de perder esta herencia. Tuvieron que sobreponerse a las presiones del tiempo volviéndose un pueblo atemporal y eterno.
La intervención divina de Yahvéh, arrebató a su pueblo de las garras de la historia, liberándolos de tal manera que desplegó el tiempo.
Su milagrosa liberación por lo tanto desafió las leyes de la naturaleza, el tiempo y la historia.
La matzá es la única comida cuya fabricación exige que sea creada sin tiempo.
La prohibición de la levadura también nos enseña que la naturaleza no funciona independientemente sino que es controlada por Yahvéh.
Por todas las razones que se les ordenó comer matzá cuando observaron el primer Pesaj durante su liberación, y por cada Pesaj subsiguiente a través de toda la eternidad.
La naturaleza es la voluntad de Yahvéh, que se oculta en el mundo natural.
Cuando esto se aplica al ser humano mismo, la "engreída" naturaleza del jametz simboliza el rasgo de carácter de arrogancia y presunción.
La matzá plana y sin leudar representa la humildad total, este es el verdadero comienzo de la liberación y el fundamento del crecimiento espiritual.
Solo una persona que puede reconocer sus deficiencias, y someterse a una sabiduría más elevada, puede liberarse de sus propias limitaciones.
Cuando comemos matzá, interiorizamos la cualidad de humildad como la esencia de la fe.
No comiendo jametz (levadura), nos liberamos de la arrogancia y el egocentrismo.
En un sentido simbólico, los Hijos de Israel habían comenzado a "fermentar" -- hasta el punto de que casi se convierten en jametz.
Yahvéh salvó a Israel de volverse jametz, lo que habría significado la destrucción de Israel.
Fue la mano redentora de Yahvéh lo que garantizo que Israel permanezca siendo "matzá", la esencia de la humildad, por toda la eternidad.
Justamente la redención no fue ni antes, ni después, fue en el momento exacto y oportuno.
La matzá, es precisamente eso un indicador, que aquel que la come, demuestra que está aprendiendo a ser oportuno en su accionar, por ello cada día va adquiriendo sabiduría para vivir.
Por las razones mencionadas, las palabras "mitzvá" (mandato) y "matzá" son semejantes.
Cuando una mitzvá (mandato) llega a tu mano, no permitas que fermente. Es decir, cuando la oportunidad de hacer una mitzvá surge, hazlo rápidamente. Esta enseñanza aplica la urgencia de hornear matzá para Pesaj con prontitud.
Antes de concluir quiero aclarar que la matzá no es patrimonio, de los judíos esencialmente,  si bien es un fuerte símbolo que ellos tienen, sino más bien de los hebreos.
Hoy en día cuando se dice israelita, judío, hebreo, se cree que es lo mismo, pero no es así. Un israelita puede ser un no-judío nacido en Israel, y un judío es aquel descendiente de Judá (1 tribu, y luego formo un reino de 2 tribus (Juda-benjamim), o puede ser alguien que no siendo judío se quiera convertir al Judaísmo (religión).
Un hebreo fue el primer hombre que el Eterno escogió para hacer su pueblo, fue Abraham quien vino a ser un Hebreo (IVRI), después vino Isaac fue llamado ISH IVRI, y también José, uno de los hijos de Jacob (Israel) es llamado NA'AR IVRI. También los hijos de Israel fueron llamados hebreos/Ivrím(plural de Ivrí/hebreo - femenino Ivriáh).
Abraham fue llamado "Haivrí"(el hebreo) porque cruzó del otro lado (del Eufrates).
También los hijos de Israel antes de entrar en la tierra de Israel cruzaron el Jordán. También Moisés tuvo que cruzar, y ¿qué significa cruzar el otro lado? Puede ser cruzar en dirección a dentro o afuera. Es decir ser un hebreo (ivrí) es cruzar, de lo alejado al Eterno, es decir  acercarse al Él; esto implica,  dejar todo lo que no va con el único Dios verdadero y eterno  y seguirlo, o sea abandonar nuestra cultura (tierra y parentela) y tomar la cultura que Yahvé da!
Con esta aclaración entendemos mejor que comer matzá es muy importante como símbolo, para todo aquel que quiere tener unidad con el Dios de Abraham, Isaac y Jacob.
La matzá (pan sin levadura) es la representación del verdadero PAN DE VIDA, Jesús el Mesías (Yeshúa Ha Mashiaj) (Juan 6:45).

Por eso del hebreo se espera:

·    Que conquiste el tiempo, que viva más allá del tiempo, que asocie su vida con Yahvéh, que es atemporal y eterno.
·      El hebreo nunca pierde el tiempo; el presente es ahora -- ésta es la razón por la cual  es tan preciado.
·      El hebreo emplea el tiempo para dirigir este mundo de tiempo limitado hacia los objetivos de la eternidad. Esto se logra haciendo del tiempo un bien preciado -- llenándolo con Torá, mitzvot (mandamiento) y jesed (bondad).
·       El hebreo es entendido en los tiempos, sabe en qué momento, una puerta se abre o se cierra, por ello tiene la certeza de cerrar ciclos, debido a la instrucción que atesora.

En conclusión la matzá es más que comer un simple pan sin levadura, sino más bien es el símbolo de una vida en humildad, sumisa a la instrucción de Yahvéh, por lo tanto vive en plenitud y certeza, que cada medida temporal es un escalón, que lo conduce a algo mayor.

Sean bendecidos

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