Las Velas de Shabat
Iluminados
para iluminar
Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy LA
LUZ DEL MUNDO; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino
que tendrá la luz de la vida
La luz de simples velas transforman a una habitación oscura en un
lugar de luz.
Mirando
a nuestro alrededor, el mundo como un sistema de vida hoy en día, se
presenta como un lugar oscuro.
La gente parece estar deambulando por él, errantes en busca de algún
significado. Prueban una que otra filosofía, tal o cual religión. ¿Dónde están
las respuestas? ¿Dónde está la luz?
La verdadera luz
aparece en el primer día de restauración de todo lo creado, y la Torá dice,
"Y fue bueno".
Desde este
maravilloso entendimiento de la Palabra, encender las luces cada shabat, es un
mandato, que resulta placentero para las mujeres y la familia.
Esto es un
privilegio para una mujer, porque al hacerlo, atrae hacia su hogar y hacia el
mundo, todo lo que es "bueno" a través de la luz.
¿Cómo pueden
esas dos pequeñas y titilantes velas en una mesa, iluminar al gran y oscuro
mundo?
Las velas nos introducen
hacia un maravilloso momento, único e irrepetible. De alguna forma, esas dos
pequeñas luces de vela nos dirigen a una luz muchísimo más grande, la LUZ DEL
SHABAT (LA LUZ DEL MUNDO)
La Gran Luz
La luz al final
del túnel es brillante – rompe con la oscuridad. El Shabat también rompe la
oscuridad de la rutina inexplicable, no es solamente un día en el cual paramos de
trabajar. Shabat es el Día de las Velas, el Día de la Luz, el día en que vemos
claramente nuestro propósito en este mundo. Shabat es el día en el cual vemos
que tenemos un alma, llena de virtudes maravillosas, que despiertan y se
potencian en especial en este tiempo.
El alma misma
es tal cual una vela – la vela de Yahvéh. .La luz del mundo, que infunde
espiritualidad al cuerpo y a todo lo material.
Sin
espiritualidad, el mundo estaría en un estado de oscuridad. Es el alma la que
conecta a los seres humanos desde lo cotidiano y ordinario con el Dios único y extraordinario.
De forma
similar, Shabat es el alma de la semana, y sin Shabat, el mundo es como un
cuerpo inanimado (naturaleza muerta), que se sumerge y perece en las
profundidades de lo ordinario. Cuando las mujeres encienden las velas, todos en
la familia, le damos la bienvenida al mundo a esa luz adicional.
Shabat también
nos entrega una luz adicional.
Durante el
resto de la semana, nuestra alma tiene suficiente potencia para recibir la
santidad que está disponible y vibrando desde el principio (Génesis 2:3).
Por eso necesitamos
nuestra alma conectada con los dos planos, la verdad del espíritu y la realidad del mundo, para poder ocuparnos de
la santidad adicional que entra al mundo en Shabat, solo a través nuestro.
Es muy fácil
ignorar esto, de hecho millones los hicieron, lo hacen y lo harán semana tras
semana, ignoran la bendición y santidad, que están disponibles cada Shabat, y
pasan por el día comiendo y durmiendo.
Por eso al
encender las luces de las simples velas, necesitamos preguntarnos, "¿Es
este el uso más eficiente que puedo darle a mi alma? ¿La vida solo se trata de
trabajar, comer, sentir alegría, placer y luego de vuelta a empezar?
Sepamos que si
descubrimos el verdadero secreto de la Luz del Shabat, será más fácil superar
conflictos internos en este especial momento, que durante otro día de la
semana. Esto es porque durante la semana, las probabilidades están en nuestra
contra, es como decir nuestra alma en la realidad versus el alma en la verdad.
Pero en Shabat,
es todo lo contrario, el alma conectada a nuestro espíritu, dominando el cuerpo
y contra toda adversidad. En Shabat tenemos una posibilidad real de tener mayor
control, porque Abba lo tiene a través de sus hijos en reposo de luz.
Enciende las velas, enciende tu Alma
Esto va más
allá de compartir una cena en familia (cosa muy importante) hasta para alguien
que no está en Cristo, es decir en Reposo (shabat).
Más bien, se
trata de conectarnos en un verdadero nivel
profundo y espiritual. Eso es emocionante, maravilloso y se produce gracias al
simbolismo de las velas.
Esto también es
Shabat. Las velas nos acercan unos a otros, y nos acercan también a Dios.
Nuestra alma es atraída hacia Él y viceversa, Shabat es una canción de amor, es
romance, es una cita entre nosotros y Dios. (Recuerda, en Shabat no te
concentres en la comida – ¡concéntrate en la cita!).
Las mujeres son
las que mayor detalles visualizan en una cita romántica, por eso el encendido
de las velas son tal cual en esa cena el detalle más importante, pues este
romance es con Yhavéh. De esto se trata el encendido de las velas.
Reflexionemos sobre
este hecho y pongámoslo en su dimensión espiritual adecuada. ¿Sentimos la luz
en Shabat? ¿Sentimos como nuestra alma se enciende?
Algunas pautas
para experimentar la dimensión espiritual del encendido de las velas, es por
ejemplo, comprar unos candelabros bellos; asegurarnos que ellos y la bandeja en
que descansan estén brillantes para enfatizar su importancia. Muchos recomiendan
encenderlas con aceite de oliva, porque produce una luz muy intensa. También es
bueno procura estar vestidos con lindas ropas al momento de encender las velas
y, por supuesto, de estar a tiempo (18 minutos antes de la puesta de sol del
viernes por la tarde). Prepáranos, pensar y concentrarnos en esta gran
experiencia.
Conexión del Alma con la luz del Shabat
Podemos
aprender cosas extraordinarias a través de este acto hermoso. Para ayudar a los
niños a alcanzar su potencial, la mujer debe sentir una enorme felicidad cuando
enciende las velas de Shabat. ¿Qué no harían los padres para tener hijos en
justicia? Pagan cuotas altísimas para que asistan a las mejores escuelas; los
inscriben en actividades extracurriculares, pasatiempos, vacaciones para
estimular sus mentes y reforzar sus cuerpos; los alimentan bien, con comidas
sanas; les compran ropas finas.
Sin embargo, para
los redimidos una de las cosas más importantes que podemos hacer por nuestros
hijos, es ser cuidadosos y estar felices al momento de encender las velas de
Shabat. Esa es nuestra inversión para educar a nuestros hijos en justicia,
sabios y espiritualmente satisfechos.
Las velas de
Shabat también crean un ambiente de paz en el hogar. ¿Cómo? Debemos disfrutar
más de la comida de Shabat con luz adicional. Y hay algo aún más profundo, las
velas conectan a las personas en un nivel espiritual. No hay peleas, la luz de las velas evoca una conexión afectiva
entre las personas, creando una paz verdadera en el hogar.
Shabat nos
recuerda que hay una creación y un Creador y nos sitúa en un presente lleno de
justicia y favores y nos profetiza un futuro en gloria.
Así como Shabat
llega luego de seis días de trabajo, nuestra conexión fundamental con Yahvé a
través del Espíritu del Mesías, nos pone sobre toda circunstancia.
Los seres
humanos se preguntan, "¿Para qué estamos viviendo?" La luz de Shabat
responde " Desde un pasado en oscuridad, brillando en medio de un presente
rutinario y proyectados hacia un futuro de luz, calidez, y cercanía con nuestro
Creador, por medio de Yashúa Ha Mashia.
Shabat es la
meta de la semana, no es simplemente una parada de descanso para prepararnos
para la semana siguiente.
En realidad,
trabajamos durante toda la semana para este día de placer. Debemos contar los
días anticipando la llegada de Shabat. "Ya estamos llegando...Casi estamos
ahí... ¡Llegamos!"
Es como una
novia contando los días que faltan para su boda – no porque la boda marca el
fin de sus preparativos, sino porque es la meta y a la vez el inicio algo mayor
y mejor.
Shabat es
nuestra meta, nuestro destino. En Shabat todas las dificultades de la semana
que pasó se transforman en una nueva realidad. En Shabat todos los dolores se
transforman en bellos y nuevos desafíos.
Encendamos pues
las velas con alegría, cuidadosamente y felices, hasta que el mundo esté
completamente iluminado por la verdadera LUZ DEL SHABAT.
Vosotros sois LA
LUZ DEL MUNDO; una ciudad asentada sobre un monte no se puede
esconder.
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